Vendetta

Mi venganza es sencilla,

y ya te lo advertí una vez:

cualquier día, de cualquier año,

o cuando menos lo esperes,

le haré el amor con toda mi pasión;

cabalgaré encima de su cuerpo,

lameré sus rincones

mientras mis uñas marcan el camino

de mi lengua.

Gritaré su nombre y gemiré

cuando él me bese con delicadeza.

Cuando sienta su pene entre mis piernas,

rezaré un Ave María,

y diré “Dios mío, perdóname”,

porque nunca nadie se vengará

de ti, hombre insignificante,

con tanto amor.

-L

Atlanta, 19 de julio del 2019

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